Mildôren, un nuevo mundo ¿te atreves?

Antes...antes en Mildôren no había nada. Antes no había Mildôren...solo el vacío. Era solo una gran Nada, no había bosques ni lagos, no se escuchaba ni un respiro...hasta que llegaron Él y Ella.

Dos dioses enviados por los Grandes para crear este nuevo mundo desde cero, lleno de seres mágicos y místicos lugares. Él era Fenrir y Ella, Calipso.

Con sus grandes poderes crearon un mundo hermoso. Lleno de magníficas ciudades, hermosos lagos, preciosos valles, bellos bosques, extensos desiertos y grandes mares. Pero aún siendo un mundo tan hermoso, no les pareció que estuviera listo, estaba demasiado vacío, demasiado solo.
Juntos, dieron vida a muchas criaturas; elfos, hadas, sirenas, demonios y muchos otros, pero algo les faltaba...
Habían creado seres que se podían mover, pero rápidamente se dieron cuenta de que eran seres que no sentían, seres sin alma. El poder para darles sentimientos, pensamientos y alma propios todavía no lo tenían. Los Grandes no se los habían concebido aún.
Calipso y Fenrir, debido a su gran inteligencia, supusieron que era un reto que los Grandes les habían impuesto, tenían que buscar a los que tuvieran el don de darles un alma.

Intentaron e intentaron con todos los hechizos que se les ocurrieron. Usaron sus poderes hasta donde pudieron...pero no lograron nada, aunque de todo eso varias criaturas más salieron. Pero ni siquiera se movían.
Pronto, descubrieron que la respuesta a su problema, no la encontrarían ahí. Así que se pusieron a pensar y a pensar, para encontrar el lugar en el que encontrarían la respuesta a su problema.

Tras mucho pensar, recordaron otra dimensión, una en la que ambos habían estado. En esa dimensión estaban a los que ellos solían llamar Los Mortales, una especie de seres que tenían alma y emociones, se hacían llamar a sí mismo humanos. Entre los Dioses ellos eran constante motivo de debate, pues su forma de ser se les hacía muy interesante. Cada uno con su propia personalidad, todos diferentes...

Crearon un portal de ese mundo a Mildôren, lugar al que habían decidido llamar así debido a que en su lengua eso significaba "Emergido desde el Vacío". El primer portal lo crearon con dos árboles que se entrelazaron en forma de arco. Del cuál le siguieron muchos otros esparcidos en esa dimensión. Debido a eso, el arco de los árboles se convirtió en el escudo de Mildôren.
A los mortales que eran "especiales" y cumplían con características que Calipso y Fenrir creían que eran aptos para entrar a su mundo les enviaban una señal, y así, tarde o temprano, ellos llegaban a Mildôren. Los Dioses, cuándo llegaban, les daban un poder, que era el de convertirse en el ser que serían ahí. Así que algunos se convertían en Ninfas, otros en Vampiros, otros en Hobbits, y así seguían.
La población de esa dimensión fue creciendo, así que lo mismo pasó con Mildôren, pues siempre más gente mostraba ser apto para entrar a ese mundo. Aunque claro, comparada con la de la dimensión de los mortales era muy pequeña.

Cada vez que un mortal llegaba, se acercaba al Gran Árbol. Lugar en el que Fenrir y Calipso habían concentrado sus poderes para elegir que clase de poderes se le otorgarían a una persona dependiendo de su personalidad.

Las personas con cierta clase de poderes se comenzaron a juntar, creando así sus propias ciudades, y lo más importante. Sus propias escuelas, dónde enseñaban sus ideales y lo que sabían.
Había siete escuelas, que, aunque no muchos lo sabían. Representaban el número mágico. Las escuelas eran:
Draconian: Un internado con ideales obscuros, enseñaban originalmente solo a razas obscuras, pero con el tiempo fueron aceptando a otras razas, con tal de que compartieran los ideales de la escuela. En esta escuela enseñan a conseguir lo que se quiere a cualquier precio. Son de los que saben persuadir.

Lucem: La escuela contraria a los Draconians, una escuela que permite a cualquier raza, un internado al que se puede entrar y salir con libertad. Una escuela muy alegre y de gente muy amable. Cuyos ideales son sobre hacer el bien, o como se dice "de la luz"

Catus: La escuela de la Gente Gato y sus parecidos. Esa es una escuela a la que se asiste con libertad, enseña a controlar los poderes de Gente-Gato, pero no comparte ideales morales ni nada parecido, por lo que la mayoría de sus estudiantes asisten a una segunda escuela también.

Dryadalis: Una escuela únicamente para elfos o a mestizos con muchas propiedades de esa raza. Debido a los ideales de la raza en general son muy meticulosos y exclusivos.

Lanucs: La escuela intermedia entre Draconians y Lucem. Esta es una escuela mas bien salvaje, los alumnos pueden ser malos o buenos, pero lo que en realidad busca la escuela Lanuc es el equilibrio entre ambas cosas. Aunque, generalmente, si tienen que elegir entre uno y otro, eligen ser buenos, aunque son bastante rebeldes. Reciben casi todas las razas, pero generalmente tienen que tener algo que ver con los animales, tener algún rasgo salvaje.

Sabis: El único propósito de esta escuela es enseñar, este internado opcional acepta a todas las razas, sean cual sean sus ideales. Es la escuela que acepta a todos, pero no enseña a seguir la moral de ninguna ideología.

Aquens: Cualquiera puede asistir a esta escuela. En cuanto puedas respirar bajo el agua. Acuens es el internado para las criaturas acuáticas. Ubicada bajo el mar, en Acuens todo es místico y etéreo. La filosofía es parte esencial de Acuens.

Después de muchos años, el Gran Árbol, aún sigue decidiendo quién pertenecerá a que raza. Raza que demuestra, generalmente, que habilidades tiene una persona. Pero, a demás de eso, también decide a que escuela va, así puede averiguar mejor que clase de persona es...Aunque no todo siempre es como lo pintan.