En las tres escobas pasando el tiempo [Libre]

El día pasaba de una mañana soleada y brillante a una tarde un tanto gris con el cielo tan encapotado que hasta se podía predecir el momento en el que el agua comenzaría a caer.

Wilson se había tomado la tarde para salir, aunque la mañana había sido no menos que favorable las ocupaciones y cartas que había enviado a su hermana habían ocupado gran parte de ella y no le quedo de otra que conformarse con el horario que le parecía accesible. No pretendía ir muy lejos sino que sus decisiones vagaban entre un bar y otro por las atestadas calles de Hogsmeade; que precisamente en ese momento no se divisaban tan repletas. Tomo la decisión mientras caminaba y en tanto empujo la puerta rechinante de madera, desde adentro, le esperaba el tintineo de una campana de esta misma.

Se acerco a la barra, sin pensarlo mucho le pidió al dependiente con extremada cortesía un whisky de fuego para la mesa en la que el se encontraría. Tomo asiento y se determino observar un poco el ambiente, a los ojos de Wilson nadie parecía estar en buenas condiciones para entablar una conversación con el por lo tanto ignoro ese punto y con paciencia espero su pedido.

En tanto Wilson se mantenía distraído con un periódico del día anterior y pensando para si que compraría el del día; el dependiente llego para interrumpir la dirección de su vista y este dejo el vaso de whisky en el porta-vaso que se encontraba en la mesa. El asintió cordialmente y exclamo con total educación.

- Muchas gracias, es usted muy amable.- Entre tantas palabras que parecían complacer al señor de la barra, este gentilmente le ofreció el profeta del día a lo que Wilson con una simpatía limitada pero sincera acepto sin mas.

Cuando este se hubo retirado, y ya teniendo la vista en otro lado, pudo verificar que efectivamente la gente comenzaba a llegar a cuenta gota. No parecía incomodarle en aquel momento pero por su cabeza pasaba algo muy contrariado. Se sorprendía profundamente de ver una mujer dentro del bar, y no porque una mujer no lo hiciera, sino porque esta le parecía muy joven; pero la reacción que el dependiente y sus asistentes tenían con respecto a esta, daba la sensación de no ser la primera vez que ella entraba en aquel sitio, hasta la relación de amistad parecía entablada.

Luego de armar sus conjeturas, y ya teniendo el periódico del día en sus manos se tomo otro minuto y le dio un sorbo a su vaso con buena postura y leyendo los encabezados y el titulo al que con tanto esmero veía reproducido.

Al parecer nada de lo que podía haber allí lograba captar su total atención, ni siquiera las letras que leía con cuidado de las hojas color marrón claro tenían alguna importancia. Wilson comprendía a la perfección que todos los días ocurría algo nuevo y como nada le afectaba directamente se dispuso a no poner mas atención que la suficiente y dejo a un lado la pila de hojas.

Cuando el campo visual le permitía abarcar un poco mas luego de haber dejado el espacio de las hojas, con una singular apariencia, la muchacha de la barra había sonreído hacia su dirección y se había volteado al instante. A pesar de su mirada casi complacida por lo que el hacia allí, le hacia pensar que a ella ya nada le sorprendía y prefirió mantenerse al margen, aun le parecía curiosa su estancia allí pero podía dar por echo que su edad en apariencia no era la misma que adoptaba la conducta que Wilson especulaba que podía tener.

Para no crear pretensiones de impertinente dirigió su mirada hacia otro lugar y adopto la postura en dirección de la ventana mas cercana la cual se lo permitía.

La voz femenina que le hablaba tenia un tono dulce y maduro, Wilson estaba del todo convencido de su situación y se guardo aquel pensamiento que le había traído desde que ella había entrado en el local. La chica sin ningún atisbo de recelo se acerco y se sentó en el lugar que se encontraba desocupado en la mesa de Aaron luego de haberle hablado y no pudo menos que mirarla con el ceño curioso. Este rara vez se acercaba a la gente por iniciativa propia, le costaba reconocer que su habilidad para hacer amistades era casi nula; pero estaba del todo convencido que pensar en ello le hacia apreciar mas a la gente de la cual había conseguido su afecto.

Luego de un lapso aproximadamente de dos minutos este agrega con extrema educación.
-En tal caso, no pensaría en ellos como los mas aptos siquiera para entrar en lugares como este.- El ignoraba muchas partes de si pero se conocía lo suficiente como para saber que ni su voz ni su apariencia lucían como la de un chico.
- Aaron Wilson, es un gusto.- le saludo con cortesía cuando ella estuvo de frente.

Sonrió aceptando las palabras de la muchacha, aunque eso jugaba muy en contra de como el hubiese actuado en cualquier otro momento, Wilson siempre era muy educado y jugaba un poco con todo lo que se le había inculcado de niño; pero acepto ya que era el deseo de quien se lo pedía y como de ella se trataba no pudo negarse.

Cuando le oyó decir aquello de su trabajo comprendía que se trataba de una persona algo mas que inquieta. Compara la situación con el que cuando se trataba de dedicarle el tiempo a sus deberes o escribirle una carta a su hermana no había causa que perturbase su tranquilidad y su trabajo. Lo del colegio ya le parecía un echo, pero Wilson, al oír realmente los años que habían pasado tras su estadía en el castillo le sorprendía mucho, solo aparentaba unos 16, 17 años de edad a lo que podía calcular, entonces resumir sus conclusiones a algo mas exacto se escapaba de su tangente y su rostro no demostraba mas que su semblante frívolo que el ignoraba.

Una vez ya mas cómodo y aceptando que la compañía era de su agrado, Wilson intento relajarse y probo con una simple pregunta que para el resultaba sumamente importante.

.- Gusta de la lectura?.- dentro de todo su intento no la llamo por su nombre pero evito el "usted" literal en aquella pregunta.