¿Ayuda?

No había nadie en los pasillos de camino a la enfermería, algo bastante anormal. Suspira, contrariada: había esperado poder cruzarse a alguien que al menos la ayudara a llegar un poco más rápido a aquel lugar, ya que el mareo que tenía no le permitía avanzar con gran rapidez. Sin embargo, no estaba preocupada: no era nada grave, le había pasado ya antes infinitas veces. Camina tanteando las paredes sólo por si el mareo se descontrolaba, y así podía ayudarse con algo, pero era de pura precaución; realmente no creía que algo así fuera a pasar, nunca había pasado. Mirando hacia el techo entra a la enfermería: quizás la enfermera podía ayudarla a detener la hemorragia nasal, ya que en realidad solamente por eso había ido; odiaba manchar su túnica, o estar tanto tiempo con la cabeza hacia arriba para que la sangre no cayera y sin poder respirar con normalidad. Era de las sensaciones más insoportables que conocía. Instintivamente y a pesar de no querer hacerlo, limpia un poco de sangre con la manga de su túnica, e inmediatamenbte comienza a protestar. - Hola, ¿hay alguien por aquí? - Pregunta calmada, aunque enojada consigo misma, pero nadie le contesta. Repite la pregunta llamando a la enfermera. ¿Dónde podría estar? Suspira nuevamente y se sienta en una de las camillas, esperando que alguien aparezca.

Me encontraba en la enfermeria. No había llegado mucho tiempo antes, pero la enfermera no estaba. Tenía un poco de dolor de cabeza. Había perdido el control de mi escoba y me había cido sobre un árbol. Para mi suerte no tenía nada más que unos simples rasguños y nada me dolía más que la cabeza. Por el otro lado, estaba sola cuando había ocurrido el accidente, pro lo que había tenido que ir sola a la enfermería.
Estaba sentada en una camilla cuando vi que una chica llegaba a la enfermeria. Parecía muy mareada.Estaba entre verde y blando. Pregunto por la enfermera, pero ella seguía sin aparecer. Era raro que no estubiera allí. Se acostó sobre una camilla. No sabía que debía hacer. No sabía enfermeria y no me gustaría tener que molestarla cuando estaba mareada.
Me acerque a la camilla en la que estaba. No sabía como reaccionaría, pero de todos modos me arriesgue. En el peor de los casos ella me heriría más, pero si todo salía bien, tendría alguien con quein hablar mientras la enfermera llegaba. No perdía casi nada.
-Hola. ¿Te sientes mal?
Tal vez fuera un pregunta muy tonta, pero la gente de hufflepuff era muy tolerante, y su tunica me indicaba que era de dicha casa. Me sente en la cammilla que estaba junto a la suya y me quede en silencio esperando su reacción.

Se extraña al escuchar que alguien estaba hablando. No había visto a nadie cuando entró, aunque claro que eso no era para nada raro.. no podía concentrarse demasiado en nada con semejante dolor de cabeza, y así de desequilibrada. Suspira: realmente no estaba de humor. - ¿A ti que te parece? - Pregunta con sarcasmo, intentando mirar a su acompañante, con lo que descubre que era menor que ella y probablemente de Slytherin, aunque no enfocaba demasiado bien el escudo de su túnica. Vuelve a limpiar un poco de sangre que caía de su túnica y resopla, nuevamente enojada consigo misma por haberse manchado sin intención. Se levanta con pesadez y busca una toalla en un armario que se encontraba cercano a una de las ventanas, donde muchas veces antes había visto a la enfermera guardarlas. Mira hacia afuera un segundo y agacha la cabeza, un poco arrepentida por su actitud, mientras se limpia la cara esta vez con la toalla. Después de todo, si la chica estaba ahí, ella tampoco se sentía muy bien. - Lo siento, es obvio que no me siento bien, pero no tienes la culpa de ello. - Le dice sonriendo levemente, volviendo hacia la camilla para sentarse como en un principio. Suspira. Hacerlo ya se estaba volviendo una costumbre. - ¿Qué tienes? - Pregunta más predispuesta, intentando ser más amable.

La chica me respondio sarcasticamente. Seguía un poco pálida y estaba de mal humor, pero no la culpada. Ami siempre me pasaba lo mismo. Le estaba saliendo sangre por la naríz, cosa que parecía no agradarle en absoluto, puesto que estaba manchando su túnica. Se levanto y saco una toalla de un armario cercano. Despues se disculpo, peor yo no estaba enojada. Casi enseguida me pregunto que me había pasado a mi.
-No te preocupes a todos nos pasa algunas vez. A mi cuando me duele mucho la cabeza soy totalmente insoportable.-dije mientras me acomodaba mejor en la camilla.- Y bueno............ Estaba volando por el lago cuando perdí el controlde mi escoba y caí sobre un árbol que, por suerte, freno mi caída. A decir verdad estoy bastante bien. Me dí varios golpes, pero solo tengo algunos moretones y rasguños, y lo único que me duele un poco más es la cabeza, peor no mucho.
Me limpié un poco mi túnica y miré por unos segundos el techo. No estaba muy segura de que tan rápido llegaría la enfermera, pero mientras tanto decidí que sería mejor si me iba limpiando un poco, por lo que me paré. Supuse que podía tomar una toalla, pues la chica lo había echo. Tompe una y la moje un poco con agua de un lavadero que quedaba junto al armario. Regrese a la camilla y me senté denuevo. Empezé a limpiarme los rasguños de los brazos y agregue.
-¿Y a ti qué te pasó? ¿Fue por el calor o que?

Asiente con la cabeza apenada mientras le cuenta su historia. Caer desde su escoba sí que debía haber dolido. Por suerte en sus años de vuelo, no había tenido ningún accidente demasiado grave, pero se imaginaba cómo se sentía. Se extraña un poco por su preegunta. A decir verdad, no era una época calurosa del año, se encontraban en invierno. - No, realmente no creo que esté haciendo mucho calor - Le contesta sonriendo levemente, encogiéndose de hombros, mientras continúa con la cabeza apenas un poco inclinada hacia arriba. La sangre ya era expulsada con menos frecuencia: pronto podría decir que estaría bien sin la intervención de la enfermera, porque no aparecía todavía. - Se me baja la presión con frecuencia, en especial cuando estoy nerviosa. - Le dice un poco apenda. No era para nada interesante su razón, y la avergonzaba bastante ya que daba cuenta de su vulnerabilidad, ella que siempre se mostraba de una forma opuesta. - En fin, ¿cómo te llamas? - Le dice yendo hacia ella y sentándose a su lado en la camilla. En unos momentos quizás hasta podría ayudarla con las heridas. Su intención era ser medimaga algún día. Y había que aceptarlo, la enfermera no estaba allí.

Escuche lo que ella me decía. Nun ca había escuchado que a alguien le sangrara la nariz por lo nervios, pero todo es posible, por lo que decidí no seguir preguntando y decidí responder su pregunta, mientras seguía limpiandome las heridas y observava el paisaje. Me percate, tambien, de que no podía ser que le sangrara la nariz por el calor, dado que , como ella había dicho, no hacia calor. ¡Era invierno! ¡¿ Cómo había podido ser tan despistada?! No era mi mejor día.
-Soy Acualus, pero me gusta más que me llamen Acua. - dije en un tono muy bajo puesto que seguía avergonzada por la caída. Seguramente era a la unica a la que le había pasado.- Como puedes ver soy de Slytherin, 4 año. ¿y tu como te llamas?
En eso pude ver en su mirada que ya estaba mucho mejor y que evidentemente la enfermera no llegaría en un muy buen rato.

OFF: Perdon por la tardanza. Me he ausentado mucho.

Off: No te preocupes! Que bueno tenerte de nuevo por aqui!


Le sonríe amablemente y le tiende la mano, como para estrechársela. Era bueno conocer más gente, a veces se sentía muy sola. El colegio era enorme, pero en general lo veia vacío, aunque sabía que eso no era posible. - Que bueno conocerte Acua, yo soy Mar - Le comenta simplemente, encogiéndose apenas un poco de hombros. Le gustaba su nombre, era raro, pero lindo. Se limpia las últimas gotas de sangre que parecían caer de su nariz con la toalla que había sacado de aquel estante. Podría haber utilizado magia, había practicado un hechizo para eso muchas veces, pero no se tenía la confianza suficiente aún, y no quería sentirse peor de lo que ya estaba, aunque ahora estaba diez veces mejor. - Bueno, yo estoy en mi sexto año, y en Hufflepuff. Me queda poco de Hogwarts, lamentablemente - Le dice en voz más baja, realmente apenada, aunque todavía le faltaba bastante. Se detiene unos segundos observando sus moretones. Ella decía que estaba bien, pero realmente debía haber dolido. - ¿Te sientes un poco mejor al menos? - Le pregunta amablemente. Ya quería largarse de allí.